República Dominicana gasta en Haití gran parte de su presupuesto de salud

Compartir

Por: Francisco González

SANTO DOMINGO.- Con Haití, la República Dominicana pierde en todos los planos.

Las parturientas haitianas siguen cruzando una frontera, supuestamente vigilada por un Ejército que no da muestras de proteger la patria, para parir en las maternidades dominicanas, en las cuales muchas veces no hay camas para las dominicanas, que son a quienes corresponde el derecho pleno a ser atendidas en los hospitales dominicanos.

Al menos el 14% del presupuesto de Salud Pública sigue siendo gastado en atender a los haitianos en los centros dominicanos de salud, gracias a que la franja limítrofe entre la República Dominicana y Haití es "Tierra de nadie".

Daniel Rivera, ministro de Salud Pública confiesa que el sistema sanitario dominicano está sirviendo a los haitianos ilegales.

Los ilegales del colapsado país cruzan "Como Pedro por su casa" la frontera alegadamente vigilada por el Ejército dominicano afectados por enfermedades que casi han desaparecido en la República Dominicana, como el cólera, malaria, difteria, y otras enfermedades, que podrían rebrotar en esta lado de la isla.

El cólera se ha cobrado la vida de cientos de haitianos de todas las edades en los últimos meses.

El pasado año las haitianas componían el 34.83% de las mujeres atendidas en las maternidades dominicanas.

Los hospitales dominicanos prestan atenciones a los haitianos con todo tipo de enfermedades, pero los dominicanos no reciben ni las gracias por solucionar los problemas de salud de un país con un comportamiento de enemigo hacia la República Dominicana.

El ministro dominicano de Salud ha informado que en Santiago y Pedernales, el 75% de las parturientas es haitiana.

Las mujeres dominicanas tienen muy poco acceso a las maternidades dominicanas, por lo que deben incurrir en grandes gastos para pagar una clínica para poder dar a luz bajo cuidados médicos, ha confirmado Daniel Rivera.

Los haitianos constituyen el 27% de los pacientes en los programas de VIH-Sida y la tuberculosis.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *