¿Hacia dónde vamos?
EDITORIAL
Listín Diario
El deterioro moral y la violencia en la sociedad dominicana son alarmantes.
Que cinco personas murieran a balazos y dos resultaran heridas en un "punto de drogas" en Loma de Cabrera, no es una noticia cualquiera.
Este municipio fronterizo con Haití se ha convertido en un refugio de bandas armadas que controlan más territorio que el gobierno, y es probable que su influencia se extienda al país.
Las autoridades deben investigar con profesionalismo y explicar a una ciudadanía consternada qué ocurrió realmente, así como identificar a los responsables materiales e intelectuales de esta masacre.
Igual obligación tiene la Procuraduría ante el escándalo de una menor recluida en una cárcel de adultos en Valverde, por orden de una fiscal de menores.
Este atropello no solo viola la dignidad de la niña, sino también las leyes que protegen a menores.
Las cárceles de adultos son centros indignos y "escuelas" de delincuencia; es inconcebible que una autoridad envíe allí a una adolescente por una riña.
Este país no puede seguir despertando cada día con malas noticias, mientras los responsables quedan impunes.
La mayoría de los dominicanos, gente trabajadora y decente, merece respeto y paz para construir un futuro mejor