Por: Prensa Latina
NACIONES UNIDAS.- Una nueva guía lanzada hoy por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas llama a los gobiernos a adoptar disposiciones para proteger a los menores ante el complejo escenario climático del planeta.
Esta es la primera vez que esa entidad establece el derecho de los niños a vivir en un ambiente limpio, saludable y sostenible con la Observación General 26, de acuerdo con nota de prensa divulgada aquí.
La disposición aporta una interpretación integral de las obligaciones de los Estados en virtud de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, ratificada por 196 países.
Con esa normativa, el Comité de los Derechos del Niño no sólo se hace eco y amplifica sus voces, sino que también define claramente sus garantías en relación con el medio ambiente que los estados partes deben respetar, proteger y cumplir de manera colectiva y urgente, reconoció al respecto Philip Jaffé, miembro del Comité.
Las nuevas generaciones, incluso los más pequeños, han estado a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático con un llamado a gobiernos y corporaciones a tomar medidas para salvaguardar sus vidas y su futuro, añadió el texto citado por ONU.
El tratado de 1989 describe los derechos de los niños, incluidos a la vida, la salud, el agua potable y la supervivencia y el desarrollo.
La nueva Observación detalla explícitamente la emergencia climática, el colapso de la biodiversidad y la contaminación generalizada al tiempo que reconoce la responsabilidad de los gobiernos para proteger a los niños contra daños inmediatos y contra violaciones previsibles de sus derechos en el futuro debido a la acción o inacción actual.
La disposición asegura que los Estados pueden ser considerados responsables por los perjuicios ambientales que ocurren tanto dentro como fuera de sus fronteras.
En ese escenario, insta a los países que han ratificado la convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del niño a tomar medidas inmediatas.
Entre otras, llama a la eliminación gradual de los combustibles fósiles y el cambio a fuentes de energía renovables, la mejora de la calidad del aire, la garantía del acceso al agua potable y la protección de la biodiversidad.
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