Por: Francisco González
SANTO DOMINGO.- La tarea para evitar que niños, jóvenes y adolescentes sean convertidos en pandilleros debería iniciar en el hogar, los barrios, la sociedad, y en la misma debería estar involucrada la familia, las iglesias, los clubes, el Estado a través de los ministerios de Educación y deportes, entre otras.
Sin embargo el Gobierno pretende tratar de evitar que niños, jóvenes y adolescentes se integren a las pandillas, que surgen en su entorno natural, los barrios, desde las escuelas, cuando ya muchos son un grave peligro para la sociedad.
“Nuestra labor debe ser preventiva”, ha expresado el ministro de Educación, Ángel Hernández, ministro de Educación, al referirse a los estudiantes que son ya pandilleros.
Si los estudiantes llegan ya pandilleros a las escuelas no es la prevención lo que manda la realidad, es tratar a las personas para que dejen las pandillas, ha opinado un director escolar.
“Es obvio que las bandas juveniles son una realidad en la sociedad de hoy y eso reclama el concurso de la familia para superar los problemas sociales”, confirma Hernández en declaraciones para el Listín Diario, quien no habla de tratar con la familia el peligroso tema de las pandillas, que son cada vez más numerosas en los barrios marginados de la capital y de otras ciudades del país.
“Los jóvenes en conflicto con la ley son una realidad, pero en educación debemos evitar la discriminación. Ahora, si dentro de los centros escolares incurren en violaciones, entran los organismos indicados antes”, alega el ministro quien sabe muy bien que los estudiantes pandilleros van a actuar como tales también en las aulas y en las escuelas, lo que obliga a discriminarlos, y a excluirlos, incluso, de los planteles escolares, porque la llamada Policía Escolar no funciona.
“La escuela sola no puede resolver los problemas sociales. Se requiere que los padres y la comunidad se involucren”, pero los padres, madres, abuelos y tutores, y los barrios mismos, están en bebedera", y en las barriadas la irresponsabilidad paterna "Hace olas", es la realidad que demasiados niños, jóvenes y adolescentes se están criando "Por la libre", e incluso muchos son enviados a las escuelas por el tema del desayuno y del almuerzo escolar.
Dice el coronel Frank de los Santos, jefe de la Dirección Antipandillas de la Policía, que los pandilleros estarían tratando de buscar adeptos entre los estudiantes, por lo que estarían operando en los alrededores de los planteles escolares, cuando la realidad es que esos delincuentes refuerzan sus filas directamente desde los barrios, donde los padres tienen muy poco control de sus hijos e hijas, muchas de las cuales están pariéndole a delincuentes niños que mañana no tendrán padres, madres ni abuelos, y podrían ir a parar a las filas de la delincuencia.