Por: Prensa UD
SANTO DOMINGO.- El presidente de la Unión Demócrata Cristiana -UDC-, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, consideró inaceptables por injerencistas y mal intencionados, los pronunciamientos del Departamento de Estado norteamericano sobre las iglesias dominicanas.
Afirmó que el departamento de Estado suda rencores y quiere llevar la división de las iglesias dominicanas, que han enfrentado su política de tolerancia de migración haitiana ilegal.
Asimismo, los norteamericanos le quieren doblar el brazo a las iglesias que se oponen al matrimonio del mismo sexo, la legalización de los abortos, la sub-cultura de las drogas, la promiscuidad sexual y la violencia solapada metida en los medios de comunicación y diversión.
Afirmó que el concordato debe ser modificado, para dar paridad a todas las iglesias, pero esa es una decisión que sólo puede opinar y tomar el pueblo dominicano, y señaló que no es competencia del departamento de Estado norteamericano.
Destacó que en el momento oportuno y con el consenso de todos los sectores religiosos, el tema del concordato será tratado en la sociedad dominicana, pero ahora mismo no es lo prioritario, y lo que se necesita es la unidad para hacer frente a los problemas nacionales.
Favorecemos la unidad de las iglesias dominicanas, las que nunca bajaron la cabeza ni doblaron las rodillas cuando los norteamericanos llegaron a la insolencia, el atrevimiento y la falta de respeto de designar como embajadores a una pareja del mismo sexo.
Los líderes de las iglesias deben comprender que el momento es de unidad, aún dentro de la diversidad de dogmas e ideas, para hacer frente a una corriente que procedente de segmentos norteamericanos busca destruir los fundamentos de la familia nacional.
Es una decisión de los dominicanos que se haga una revisión del concordato, que viene desde la época de Trujillo, y que se debe adecuar a los nuevos tiempos, pero no podemos permitir que sea el departamento de Estado que nos coloque un narigón, para movernos como peleles.
Agregó que en nuestra función pública y privada siempre hemos prestado colaboración a los católicos y a los evangélicos, por considerar que constituyen columnas básicas en el mantenimiento de la dominicanidad, y en la lucha contra los vicios y la masiva llegada de indocumentados haitianos.
