Por: Francisco González
SANTO DOMINGO.- El Estado Dominicano pierde cada año al menos RD$243 mil millones otorgando exoneraciones a diputados, senadores, empresarios dominicanos y extranjeros y a muchas denominaciones religiosas, principalmente a la iglesia Católica, la institución más rica del mundo, quien contrario a lo que dispone Dios en la Biblia dispone del Banco del cuestionado Banco del Vaticano para crear riquezas en la tierra.
Luis Valdez, titular de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), ha revelado el gran daño que provocan al presupuesto nacional, y por tanto al país, las exoneraciones de todo tipo de vehículos a las iglesias y a los legisladores, quienes reciben sueldos de lujo, y hasta ahora, solo sirven para aprobar préstamos que agravan cada día el endeudamiento cada vez mayor de la nación.
"Son ahora mismo unos 240 mil, 243 mil millones de pesos al año. Un presupuesto deficitario fruto de este gasto tributario que se tiene", ha protestado Valdez en conversación con la prensa.
Valdez no se atrevió a revelar los montos dejados de recibir por el Gobierno debido a las exenciones fiscales que se otorgan incluso a poderosas empresas nacionales e internacionales.
"Yo no quiero entrar en detalle de por qué ni cómo; solamente que ese es el dato que manejamos", ha declarado el director de Impuestos Internos.
La República Dominicana, país que desde hace muchos años no puede cubrir el presupuesto nacional con dinero propio, perdió por lo menos $3,854.6 millones entre los años 2020 y 2024, solo exonerando tipo tipo de vehículos a empresarios multimillonarios, dominicanos y extranjeros, a senadores y diputados, quienes aportan muy poco, o nada a la democracia dominicana, y a las iglesias, que dejan mucho que desear por su comportamiento religioso, familiar, bíblico y social
Cada diputado y senador tiene derecho (¿?) a importar un vehículo cada dos años, sin pagar "un chele", según dispone la Ley núm. 50, del 9 de noviembre de 1966, aprobada, claro está, por el siempre cuestionado Congreso Nacional.
Elpidio Báez, diputado del PLD por el Distrito Nacional, hombre del peligroso barrio Capotillo.
El PLD contra Juan Bosch
El diputado del Distrito Nacional por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), un sujeto del peligroso barrio Capotillo, importó dos autos Ferraris, nuevos, entre el 2020 y julio del 2024.
Elpidio Báez trajo además sin el pago de impuestos un Porsche, nuevo, y una yipeta Land Rover usada.
Por esos cuatro vehículos de alta gama Elpidio Báez dejó de pagar al país 26.4 millones de pesos al país
Reinaldo Pared Pérez, secretario general del PLD, fue uno de los senadores que se aprovechó de las exoneraciones otorgadas a los legisladores para traer al país, sin pagar "un centavo" al Estado un auto de alta gana.
¿De estar vivo, apoyaría el profesor Juan Bosch tal monstruosidad contra su país?
La Dirección General de Aduanas informó que el Estado dejó de recibir RD$2,140 millones de pesos por las importaciones de 499 vehículos de alta gama por diputados y senadores entre los años 2020 y 2024.
Los "honorables y laboriosos" diputados y senadores dominicanos trajeron 68 Porsches, 51 Ferraris, 35 Lamborghinis, nueve Rolls-Royce, ocho McLaren y tres Aston Martin, lo que Diario Libre ha cuestionado, porque, al parecer los congresistas no utilizan esos autos, porque no van al congreso en ellos.
El presidente, Luis Abinader, pretendía eliminar las exoneraciones de vehículos a empresas, empresarios, diputados, senadores y a las cuestionadas iglesias dominicana, y a la iglesia Católica mediante el proyecto de reforma fiscal, que terminó siendo una pieza muerta por los altos intereses que afectaba.
El Congreso, una pesada carga contra el país
En el año 2020, cada senador costaba al país más de 27 millones de pesos.
"Los legisladores (diputados y senadores) tienen privilegios autoconferidos, en violación de preceptos constitucionales, los senadores con seguros de vida y de salud internacional", escribió en su momento Juan Bolívar Díaz, quien se refería además a los miles de millones de pesos que reciben, ilegalmente, los congresistas a través del "Cofrecito" y el "Barrilito".