Por: Francisco González
SANTO DOMINGO.- Las cárceles dominicanas, que deberían estar administradas por las autoridades, son controladas por los presos de gran poder, narcotraficantes y otros poderosos criminales, quienes negocian incluso los espacios físicos de las prisiones, colmados, compraventas préstamo de dinero, y negocios de llamadas por teléfonos celulares.
Tienen tanto poder los presos en prisiones como la Penintenciaría Nacional La Victoria que dirigen grupos criminales que operan en los barrios más peligrosos del país, donde también contratan a sicarios para cumplir contratos con personas a quienes les interesa mandar a asesinar a sus enemigos.
Ahora un criminal de mucho poder habría amenazado vía un mensaje de WhatsApp con matar al hijo de la procuradora general de la República, Miriam Germán, si la cabeza del Ministerio Público acciona contra algunos de los presos que al parecer controla el sujeto amenazador, cuya identidad paracen desconocer las autoridades.
En el mensaje el personajes advirtió a Germán que le atacaría a su hijo «le tocaban en la cárcel a una de su gente».
Precisamente es a la Procuraduría General de la República que dirige Miriam Germán quien comanda la Dirección General de Prisiones, que debería controlar las prisiones.
“Lo que a mí me afecto fue alguien que me mandó un mensaje por WhatsApp diciéndome que si le tocaban a su gente, no sé quiénes son su gente en las cárceles, eso se iba a resolver con sangre y que no era la mía… yo le puedo mandar a matar a su hijo”, ha declarado este martes la procuradora general.
Las prisiones dominicanas siguen siendo un gran negocio para presos poderosos, y muchas autoridades, lo que se supone es de conocimiento de Miriam Germán, porque es una vieja situación.
La supuesta amenaza estaría mbajo minvestigación de las autoridades, según ha dicho Germán.
Miriam conversó con los periodistas frente a un grupo de personas que fue a su despacho a ofrecerle respaldo.
«Miriam no está sola. Si tocan a Miriam nos tocan a todos «, aseguraron las personas que ofrecieron su respaldo a la jefa del Ministerio Público.
"Lo que me afectó fue alguien que me mando algo por WhatsApp diciendo que si le tocaban a su gente en la cárcel se iba a resolver con sangre, diciendo que me podían matar a mi hijo".